Este capítulo es diferente.
No tiene guion.
No tiene estructura.
Y, probablemente por eso, es uno de los más personales de esta temporada.

Grabado de camino al trabajo en una mañana cualquiera de julio, este episodio de El Minicast se convierte en un Pvlog: un podcast que se graba como un vlog, pero sin cámaras. Solo con la voz, el entorno y los pensamientos de quien camina mientras observa cómo la ciudad cambia cuando el ritmo baja.

Durante el episodio reflexiono sobre temas muy reales:

• ¿Qué pasa con el podcast cuando Spotify borra 12 episodios por derechos de autor?

• ¿Vale la pena migrar el alojamiento a plataformas como Mumbler para tener más control?

• ¿Sigue siendo útil publicar en vídeo si la mayor parte de la audiencia escucha por Apple Podcasts o Overcast?

• ¿Por qué los creadores tenemos una obsesión tan fuerte con encontrar la mochila perfecta?

Un episodio íntimo, grabado al natural, sin cortes, sin música de fondo, con sonidos reales y un ritmo distinto.
Perfecto para escucharlo mientras caminas, desayunas, o simplemente… no haces nada.